Investigadores de la Universidad de Pensilvania han diseñado linfocitos modificados capaces de eliminar las células inmunitarias responsables de causar una enfermedad autoinmune, dejando intacto el resto del sistema inmunitario. Los resultados del estudio amplían el rango de utilización de los linfocitos modificados con fines terapéuticos y abren un camino muy atractivo para el desarrollo de tratamientos frente a aquellas enfermedades en las que el sistema inmunitario reconoce y ataca erróneamente a las propias células del organismo.

La inmunoterapia o utilización de las mismas herramientas que emplea el sistema inmunitario frente a infecciones y agentes exógenos para luchar contra el cáncer, ha alcanzado en los últimos años resultados prometedores en la lucha contra algunos tipos tumorales. Una de las aproximaciones consiste en modificar genéticamente los linfocitos de los pacientes para que produzcan receptores de superficie llamados receptores de antígenos quiméricos (o CAR por sus siglas en inglés).  Estos receptores les permiten identificar proteínas o partes de las mismas específicas de las células, para posteriormente inducir su eliminación.

Los linfocitos modificados han sido utilizados hasta el momento dentro contexto del cáncer. No obstante, el nuevo estudio, publicado en Science, plantea la posibilidad de reprogramar también a estas células inmunitarias para expresar aquellas moléculas que desatan una respuesta exacerbada del sistema defensor del organismo. De este modo los linfocitos modificados podrían atraer las células inmunitarias ejecutoras hacia ellas, en lugar de hacia su objetivo, para eliminarlas antes de que destruyan el tejido sano.

“Pensamos que podríamos adaptar esta tecnología que es realmente buena en eliminar todos los linfocitos B del organismo para dirigirla a los linfocitos que producen anticuerpos que provocan enfermedades autoinmunes,” señala Michael C. Milone, profesor de Patología y Medicina de Laboratorio en la Universidad de Pensilvania, y co-director del trabajo.

Para desarrollar esta idea, los investigadores se enfocaron en una enfermedad autoinmune  de la piel denominada pénfigo vulgar, caracterizada por la producción de autoanticuerpos frente a la proteína de adhesión de keratinocitos desmogleina 3. Como consecuencia del ataque a las células que producen la desmogleina 3 se forman ampollas y úlceras en piel y membranas mucosas, que si no son tratadas pueden llevar a la muerte. El pénfigo vulgar es tratado en la actualidad con fármacos inmunodepresores. No obstante, las recaídas son frecuentes y la supresión del sistema inmunitario hace a los pacientes más vulnerables a las infecciones.

En el estudio, los investigadores diseñaron linfocitos que expresaran un receptor quimérico de autoanticuerpos (denominado CAAR en este caso) formado por dos elementos: parte de la propia desmogleina 3 y un dominio CD137-CD3 al que está fusionada. Estos linfocitos estaban dirigidos específicamente a destruir los linfocitos B autorreactivos que atacaban las células que expresan Dsg3.

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Fuente: http://revistageneticamedica.com/2016/07/13/linfocitos-modificados-enfermedades-autoinmunes/