Los internautas que buscan fotos y los policías que rastrean a sospechosos en vídeos, lo hacen gracias a un software que entiende el contenido de las imágenes. Y Chris Gibson está convencido de que esta función también puede facilitar la búsqueda de tratamientos para enfermedades que actualmente no disponen de fármacos.

Gibson, que es el CEO y cofundador de la start-up de 40 empleados Recursion Pharmaceuticals, afirma: «Al combinar la robótica y la visión de máquinas, podemos trabajar a gran escala en cientos de enfermedades de manera simultánea, con un número reducido de personas«.

Recursion Pharmaceuticals utiliza software para leer los resultados del cribado de alto rendimiento, que automatiza las pruebas de fármacos en células. No es una idea nueva, pero la compañía emplea algoritmos que inspeccionan las células a un nivel de detalle inusual. El software mide 1.000 características de una célula, como el tamaño y la forma de su núcleo y la distancia entre distintos compartimentos internos.

En los laboratorios de la empresa, en Salt Lake City (EEUU), unos microscopios automatizados alimentan al software de reconocimiento que examina cientos de miles de imágenes cada semana de células humanas modificadas para modelar enfermedades genéticas. Buscan señales de que uno de los más de 2.000 compuestos que está probando Recursion Pharmaceuticals en células enfermas pueda lograr que se parezcan más a las células sanas.

Recursion Pharmaceuticals afirma que ya ha identificado 15 prometedores tratamientos para enfermedades raras, que afectan a menos de 200.000 personas en Estados Unidos. En global, se estima que las enfermedades raras afectan al 7% de la población mundial, y la vasta mayoría carecen de tratamientos farmacéuticos aprobados.

Se espera que un fármaco identificado por Recursion Pharmaceuticals llegue este año a ensayo clínico para tratar la malformación cavernosa, que provoca lesiones cerebrales y afecta a 60.000 personas en Estados Unidos. La empresa calcula que el próximo año otros tres tratamientos recibirán el permiso inicial de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos requerido para realizar ensayos clínicos.

En lugar de probar fármacos totalmente nuevos, la empresa prueba medicamentos conocidos con la esperanza de encontrarles nuevos y valiosos usos. Recursion Pharmaceuticals ha firmado una acuerdo de colaboración con el gigante farmacéutico Sanofi para probar fármacos que realizaron parte del proceso de desarrollo o de ensayo clínico pero no llegaron al mercado.

La start-up ha recibido casi 18 millones de euros de inversores que incluyen Obvious Ventures, la empresa de capital riesgo cofundada por el cofundador y antiguo CEO de Twitter, Evan Williams.

El software de procesamiento de imágenes que utiliza nació como parte de un paquete desarrollado en el laboratorio de Anne Carpenter en el Intituto Broad, propiedad conjunta de la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (ambos en EEUU), cuyo grupo está trabajando en extraer informaciones de las imágenes biológicas. La investigadora considera que la estrategia de Recursion Pharmaceuticals podría identificar potenciales tratamientos sin realizar largas y caras investigaciones sobre el mecanismo de una enfermedad en particular. La mayoría de los trastornos para los que la empresa busca tratamientos no se entienden bien a nivel celular ni molecular.

«La belleza del asunto radica en que no tienen que profundizar en los detalles completos de lo que significa el aspecto de una célula [afectada por una enfermedad]; sólo han de encontrar algo que lo revierta«, señala Carpenter, que sirve de consejera de la empresa. «Profundizar en la biología responsable del proceso implica que el trabajo se puede concentrar y ser más eficiente», explica.

El CEO del Instituto para el Descubrimiento de Fármacos para Enfermedades Raras y Obviadas, David Swinney, cree que la empresa ha encontrado una aplicación útil al software de Carpenter, que ha sido utilizado sobre todo en investigaciones básicas. Pero considera que aún hay que demostrar que posponer la tarea de comprender la biología de una enfermedad facilita la búsqueda de tratamientos. Entender los mecanismos de una dolencia y cómo pueden alterarse aún representará un reto.

Gibson señala que por eso Recursion Pharmaceuticals unirá fuerzas con empresas farmacéuticas muy preparadas para desarrollar los tratamientos potenciales que descubra. También apuesta por que, con el tiempo, los datos generados por su laboratorio automatizado se conviertan en un recurso que el software podrá minar para ayudar a explicar por qué determinados fármacos funcionan o sugerir las avenidas más prometedoras para explorar.

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Fuente: http://www.technologyreview.es/biomedicina/52973/los-ojos-de-un-ordenador-buscan-tratamientos/