En 2014, unos 7 mil argentinos murieron producto del cáncer colorrectal, ubicando esta dolencia en la segunda más mortal del país, detrás del cáncer de mamas. En total, estos tumores representan más del 11 por ciento de los que se detectan. Por su ubicación y características, su detección temprana es fundamental, ya que asegura una tasa de curación del 90 por ciento. En el marco del Día Mundial de Concientización sobre esta enfermedad, especialistas afirman que es recomendable realizar estudios en personas mayores de 50 años, pero en casos de antecedentes familiares esta preocupación puede adelantarse unos 10 años. En este sentido, recordaron los síntomas a tener en cuenta, y los factores de riesgo que deben evitarse pensando en la prevención del mal.

Cada 31 de marzo, se conmemora en todo el planeta el denominado Día Mundial de Concientización sobre el Cáncer Colorrectal, que a nivel mundial mata a una persona cada minuto (unas 700 mil muertes y 1,3 millones de nuevos casos en un año”. Según el Instituto Nacional del Cáncer (INC), en la Argentina el cáncer colorrectal es el segundo tipo de cáncer más frecuente, con el 11,8 por ciento de los casos totales, y el segundo más mortal: en 2014 causó más de 7 mil fallecimientos.

“Los estudios disponibles para la detección temprana son el test de sangre oculta en materia fecal, la colonoscopia, la sigmoidoscopia, el colon por enema y la colonoscopia virtual. La edad aconsejable para iniciar los estudios es a los 50 años, aunque no tenga síntomas. Es importante tener en cuenta que esto puede variar en caso de antecedentes familiares o personales de cáncer de colon o de pólipos, siendo necesaria la realización de estos estudios en edades más tempranas”, recordó Ana Cecilia Adur, médica de Planta de la Unidad de Tumores Gastrointestinales del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo.

En materia preventiva, el test de sangre oculta en materia fecal debería ser rutinario en hombres y mujeres de 50 a 75 años, según los especialistas. En este sentido, Edur aclaró que, aunque la edad más frecuente de diagnóstico es después de los 50 años, “hoy en día se observa una tendencia a ser diagnosticado en pacientes más jóvenes acorde a la descripto en otros países. Si bien es necesario realizar investigaciones para poder explicar esta tendencia en pacientes jóvenes, es probable que el estilo de vida, como son los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, el exceso de peso y el bajo consumo de fibras, sean parte del problema”.

El cáncer colorrectal (o cáncer de colon) comienza por lo general con pólipos (adenomas) en la pared intestinal que se pueden extirpar antes de que se conviertan en cáncer. Muchas veces no presenta síntomas. Si no se detecta, puede avanzar y diseminarse hacia ganglios linfáticos u órganos como el hígado o el pulmón, lo que se conoce como cáncer colorrectal metastásico (CCRm). Lamentablemente, la mayoría de los pacientes llega a la consulta en esta fase avanzada de la enfermedad, cuando el tratamiento es mucho más complejo y con peores probabilidades de curación.

Por su parte, Luis Caro, gastroenterólogo y endoscopista y director de Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutica, recordó que “los hábitos relacionados a la alimentación poseen gran incidencia sobre este mal, por tratarse de una enfermedad que se genera dentro del aparato digestivo”. “El consumo de carnes rojas, procesadas y muy cocidas (o en contacto directo con el fuego) se ha asociado a un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Por otro lado, una dieta rica en fibra, verduras, frutas y leche parecería ejercer un efecto protector. Sin embargo, a pesar de estas asociaciones, todavía no ha sido posible determinar de manera precisa si existen alimentos o nutrientes que actúen como factores desencadenantes”, agregó.

En este sentido, el consumo de alcohol y tabaco (especialmente si es en exceso) tienen una gran incidencia en el desarrollo del cáncer de colon. “Es importante evitarlos”, dijo Caro. “Realizar alguna actividad física, evitar el sedentarismo y mantener un peso saludable son medidas útiles para prevenir la aparición de lesiones y así, reducir el riesgo de tener esta enfermedad”, sostuvo.

“La consulta médica al profesional es la principal herramienta de prevención. De no tener antecedentes familiares, se recomienda visitar al gastroenterólogo una vez cada 5 años a partir de los 50 años. Sin embargo, en el caso de contar con algún precedente familiar, se recomienda visitar al especialista 10 años antes del caso índice. De cualquier manera, de notar algún síntoma, malestar o anomalías en la materia fecal es importante hacer una consulta inmediata con el médico”, marcó Caro.

Si bien 1 de cada 4 personas con cáncer de colon tienen antecedentes familiares, el 75 por ciento de los casos se dan en personas que no poseen antecedentes. Por ello mantener determinados hábitos contribuyen mucho a evitar el desarrollo de esta enfermedad que afecta a 1 de cada 25 personas en el mundo.

A su vez, un relevamiento realizado por Roche Argentina reveló que casi el 80 por ciento de los entrevistados considera que no sabe lo suficiente sobre cáncer colorrectal. Además, seis de cada diez personas declararon no conocer los estudios diagnósticos que deben realizarse para detectar este tipo de cáncer; esta desinformación fue mayor en los hombres, en los más jóvenes y en las personas de niveles socioeconómicos más bajos.

Al ser consultados sobre las principales barreras que se interponen para recibir un diagnóstico de cáncer de colon en forma temprana, la principal razón esgrimida fue el desconocimiento sobre la enfermedad (55 por ciento), seguido de vergüenza y miedo (35 y 32 por ciento, respectivamente). Esta investigación cuantitativa online tuvo lugar en entre junio y julio de 2016 y fue realizada por la consultora Opinaia con el objetivo de sondear cuál es el nivel de conocimiento de la población general sobre temas relacionados con el cáncer de colon, entre otros. Se realizaron entrevistas a 1.000 personas de Argentina que respondieron formularios online.

En cuanto a los tratamientos, Adur recordó que van desde cirugía, ablación por radiofrecuencia y criocirugía hasta quimioterapia, radioterapia y las innovadoras terapias dirigidas, que actúan específicamente en blancos moleculares para atacar a la enfermedad. “Desde los avances de medicación, hoy en día los antiangiogénicos y las drogas contra los factores de crecimiento endotelial (anti EGFR) mejoraron sustancialmente los resultados en el tratamiento, fundamentalmente de los pacientes con enfermedad avanzada”, comentó.

En el caso de los pacientes que se encuentran en fases avanzadas de la enfermedad (metastásico), las terapias dirigidas representaron un cambio favorable significativo en la expectativa de supervivencia. Estos fármacos son anticuerpos monoclonales que se incorporaron al tratamiento con quimioterapia. Es el caso de bevacizumab (cuya marca comercial es Avastin, de Laboratorio Roche), una molécula que bloquea el suministro de sangre a las células cancerígenas inhibiendo el crecimiento del tumor y su diseminación. “Si bien es un tema muy delicado, hoy en día se puede usar el término cronicidad en algunos casos de la patología, ya que los pacientes pueden alcanzar sobrevida de varios años. Estos resultados se obtienen haciendo uso combinado tanto de los adelantos de las técnicas quirúrgicas como de las nuevas medicaciones que en forma de mantenimiento se pueden administrar en forma continua o intermitente. Por lo tanto, es de gran importancia el trabajo realizado en forma multidisciplinaria para poder obtener el mejor beneficio para el paciente, lo que se traduce en una mayor sobrevida con una buena calidad de vida”, declaró Adur.

Actividades

En el marco de este Día Mundial, Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutic) lanza la campaña de concientización “Prevenir para Vivir; la detección temprana salva vidas” que tiene como objetivo dar conocer este tipo de cáncer, concientizar sobre la necesidad de la detección temprana y de la importancia de los controles periódicos.En ese contexto, la semana del 27 al 31 de marzo se entregará gratuitamente material informativo junto con el lazo azul que conmemora la lucha contra esta enfermedad en todas las sedes de Gedyt (Azcuénaga 1275, Beruti 2347, Virrey Olaguer y Feliú 2437 y Virrey del Pino 2458 4° B) en el horario de 8 a 20 horas.

 

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