¿Y si formases parte del equipo que ganará el próximo Nobel de Medicina? ¿Y si mientas preparas la cena, paseas al perro o esperas al autobús estuvieras investigando un posible tratamiento contra la ELA, intentando mejorar el diagnóstico de los tumores infantiles o ayudando a acabar con el Síndrome de Rett? En esa premisa se basa Precipita, la primera plataforma pública española de financiación colectiva para proyectos científicos.

Este proyecto, nacido en 2014, depende de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y, como apuntan sus responsables, busca “impulsar la socialización de la ciencia” a través del micromecenazgo. Durante sus tres años de trayectoria, ya ha acogido 65 proyectos participantes, de los que 41 han logrado ‘precipitar’. Además, se han logrado recaudar más de 500.000 euros gracias a la colaboración de aproximadamente 5.600 donantes.

Según explica el director general de FECYT, José Ignacio Fernández Vera, Precipita supone “un paso más en la divulgación de la ciencia -no solo de su contenido, sino también de su valor- y una nueva forma para que la ciudadanía pueda participar en los proyectos de investigación”.  “La comunicación es parte del proyecto científico, ayuda a comprender mejor su dimensión social. Queremos que cuando un ciudadano colabora con uno de los trabajos expuestos en Precipita se sienta parte del equipo de investigación”, señala.

Para Fernández, Precipita constituye “un escaparate directo que conecta a científicos con ciudadanos interesados en su trabajo” y una forma de que la sociedad conozca mejor estas dolencias. Además la considera “un excelente método para que los distintos grupos que las abordan se comuniquen de forma más sencilla”.

Un escaparate para la Ciencia

Es cierto que cuando surgió Precipita ya existían distintas plataformas de micromecenazgo, pero ninguna estaba centrada en el ámbito científico. Para el director general de FECYT, la excepcionalidad de esta iniciativa reside precisamente en los estándares que establece para aceptar y publicar un proyecto.

Así, los investigadores que desean unirse a la plataforma deben cumplir una serie de requisitos que garanticen el rigor de sus objetivos. En concreto, el proyecto presentado debe desarrollarse en un centro público de investigación y ha de haber sido evaluado en una convocatoria nacional o internacional. Su investigador principal debe estar en activo y, para demostrarlo, debe aportar publicaciones científicas -propias o en colaboración- o haber participado en acciones de divulgación científica durante los últimos 2 años. Además, es necesario justificar que el proyecto aspira a tener impacto social, a realizar aportaciones valiosas a su entorno. Una vez publicado en la web, los grupos de investigación tienen 90 días para conseguir alcanzar el objetivo mínimo que se han marcado.

Por su parte, los ciudadanos que visiten la web pueden elegir el proyecto con el que más les interese colaborar y donar al equipo la cantidad que consideren oportuna.  A cambio, reciben una recompensa establecida por cada grupo de investigación que varía según la cuantía de la ayuda: visitas al centro de investigación, actividades divulgativas, un objeto relacionado con el proyecto…La media de donación de una persona física es de 63 euros y, respecto al perfil de participante en Precipita, el director general de FECYT lo tiene claro: “hay tanto hombres como mujeres, suelen tener entre 30 y 50 años y, además suelen fidelizarse con el sistema de la plataforma”. Es más, según explica, el que prueba Precipita no solamente repite, sino que a menudo aumenta la cuantía de su participación.

 

precipita

Para saber más vea: https://revistageneticamedica.com/2017/11/20/precipita/


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