Según una historia de EurekAlert !, científicos de la UCLA han desarrollado un nuevo método de administración de terapias genéticas llamado nanospears. Estas estructuras podrían permitir una administración más precisa y precisa de las terapias génicas, haciéndolas menos costosas, de acción más rápida y más seguras para el paciente.
La primera descripción de nanospears se publicó por primera vez en la revista científica ACS Nano. La terapia génica ha sido un método de tratamiento común para una gran variedad de enfermedades que se ven afectadas por la genética, incluidas muchas enfermedades raras. Algunas enfermedades para las que se han desarrollado terapias génicas incluyen ciertos tipos de cáncer, hemofilia, deficiencias inmunitarias y distrofia muscular.

Uno de los mayores desafíos de la medicina de terapia génica ha sido el desarrollo de métodos de administración. Se ha creado una variedad de soluciones útiles para este problema, incluido el uso de campos eléctricos, virus modificados y productos químicos. Estos métodos se han utilizado en muchas ocasiones para realizar el trabajo, pero todos tienen algunas desventajas importantes, como un costo significativo, efectos secundarios y toxicidad para el paciente, y una eficacia dudosa.

Los investigadores de la UCLA vieron la necesidad de un nuevo método de entrega altamente preciso y barato que no conllevara un gran riesgo de efectos secundarios. Este método es el nanospear, compuesto de níquel, silicio y oro. Las puntas de las nanospears microscópicas son 5,000 veces más pequeñas que el diámetro de un cabello humano, por lo que tienen poco riesgo de alterar las funciones celulares normales. También se pueden producir en masa para el cambio de zoquete y son biodegradables.
La solución común para la entrega de terapia de génes de precisión ha sido el uso de productos químicos para conducir el medicamento a la célula, pero el recubrimiento de níquel elimina este problema. El níquel es esencial para la efectividad del nanospear porque es un metal magnético. Esto permite que se use un imán para guiar las nanopartículas en su viaje a las células del paciente.

Los científicos de UCLA probaron la efectividad de la nanospear y lograron una tasa de éxito de entrega del 80 por ciento, y de ese porcentaje, el 90 por ciento de las células que recibieron la proteína de administración sobrevivieron. Este índice de precisión es demostrablemente superior en comparación con los vehículos de entrega actualmente disponibles. Claramente, la nanospear tiene el potencial de mejorar dramáticamente la eficiencia y efectividad de la terapia genética.