La compañía farmacéutica Lonza acaba de inaugurar una nueva planta de fabricación avanzada para producir terapias celulares y genéticas.
La nueva instalación está diseñada para ser un centro de excelencia para el tratamiento de enfermedades genéticas raras y condiciones potencialmente mortales. Es la instalación más grande de su tipo, que abarca 300,000 pies cuadrados, o 27,870 metros cuadrados. El centro ha sido equipado con tecnología de punta y está diseñado para respaldar todo el proceso de desarrollo del tratamiento, desde la investigación inicial hasta los ensayos preclínicos y clínicos, y hasta la comercialización. Para fines de este año, se espera que aproximadamente 200 personas trabajen en el centro, y este número puede aumentar. Lonza lo construyó en respuesta a una creciente demanda de terapias celulares y génicas para el tratamiento de enfermedades raras y serias, y anticiparse a ellas.
Las terapias de células y genes son dos áreas relativamente nuevas y prometedoras de desarrollo del tratamiento. Las terapias génicas tratan las enfermedades que resultan de mutaciones genéticas al reemplazar el gen defectuoso por una versión funcional creada por los investigadores. El gen está diseñado para funcionar normalmente, lo que debería reducir o, en algunos casos, incluso eliminar los síntomas de la enfermedad. Hay dos formas de terapia génica; in vivo, donde los genes se administran a las células dentro del cuerpo del paciente, y ex vivo, en el que las células se toman de un paciente, se modifican y luego se devuelven. Para fusionar el gen en las células, se usa un portador, conocido como vector. Esto a menudo es a través de un virus seguro, pero también hay otras formas de vector que se pueden usar.El segundo tipo de tratamiento, la terapia celular, implica tomar ciertos tipos de células vivas e introducirlas en el cuerpo de un paciente. Esto es para que las nuevas células puedan crecer y reemplazar o reparar las células dañadas del paciente que contribuyen a su enfermedad. Las células vivas se pueden tomar de un donante o del propio paciente.
Se considera que estos dos métodos de tratamiento, terapia génica y terapia celular, tienen el potencial de mejorar significativamente las opciones de tratamiento de los pacientes en el futuro cercano, y es probable que la demanda de centros como Lonza crezca. Por lo tanto, se espera que la nueva instalación de fabricación de Lonza desempeñe un papel importante en el desarrollo y suministro de tratamientos de vanguardia para enfermedades raras y potencialmente mortales.
 

 

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