Austria:

Investigadores del consorcio internacional ERIA han demostrado que la vía de señalización celular controlada por la quinasa TYK2 es esencial para el crecimiento de todos los tipos de linfomas anaplásicos de células grandes (ALCL). El estudio, liderado por Nicole Prutsch y Olaf Merkel, indica que TYK2 promueve un aumento en la producción de Mcl-1, un miembro de la familia de Bcl-2 que previene la apoptosis, o muerte celular programada.

En opinión de los autores, el hallazgo supone un importante avance en la medicina personalizada, ya que ésta habitualmente requiere análisis genéticos cuyos resultados definen múltiples poblaciones de pacientes. Esto representa un desafío para el clínico porque dificulta la validación de las dianas, sobretodo en leucemias poco frecuentes como la ALCL. Prutsch y Merkel afirman que la diana identificada en el actual estudio es común a todos los pacientes. Además de la expresión generalizada en el ALCL, TYK2 media en todos los casos el mismo efecto anti-apoptótico. Es por ello que puede considerarse a TYK2 como el «talón de Aquiles» de la enfermedad, sentencia Merkel.

La inhibición de TYK2 en cultivos celulares condujo a la rápida muerte de las células tumorales, mientras que en animales con ALCL deficientes en esta quinasa el tiempo de supervivencia fue mayor. Estas observaciones apoyarían el uso de inhibidores de TYK2 para tratar la enfermedad, concluyen los autores.

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