Durante años, la estimación aceptada de pacientes con esclerosis múltiple (EM) que viven en los Estados Unidos fue de 400,000. Un estudio reciente, financiado por la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple (NMSS, por sus siglas en inglés) confirmó que el número está más cerca de 900,000 personas. Los resultados de este estudio se publicarán en Neurología el 5 de marzo de 2019.


Sobre el estudio

Este estudio ha estado en curso durante cinco años y le ha costado al NMSS 1 millón de dólares. Sin embargo, esta inversión fue claramente importante, ya que ha proporcionado información crítica sobre el impacto de la EM.

Utilizó datos de una base de datos regional y cinco bases de datos nacionales. En conjunto, los investigadores creen que estos datos incluyen a «casi todos» los pacientes con EM, excluyendo a los no asegurados. Sin embargo, hubo dos desventajas con los datos utilizados en este estudio. Primero, no incluía información de inmigrantes indocumentados, prisioneros o niños. En segundo lugar, no distinguió entre los tipos de esclerosis múltiple (como la primaria-progresiva o la recurrencia-remisión).

Los números finales de este estudio muestran que 362 personas de cada 100,000 están afectadas por la EM. Este número fue solo de 58 en 1976. Además, encontró que el 74% de los pacientes con EM son mujeres. Este número también ha aumentado desde 1976 cuando se documentó en 63%.

Este estudio también encontró algunos datos geográficos interesantes.


Hallazgos geográficos

Los investigadores en este estudio descubrieron que existe una correlación entre la prevalencia de EM y la distancia física del ecuador. Los estados del noreste tenían 377 individuos diagnosticados con EM por cada 100,000, mientras que los estados del sur y del oeste tenían solo 277 individuos diagnosticados.

Teniendo en cuenta todos los factores, la prevalencia más alta de EM se encontró en las mujeres que viven en el noreste que tenían entre 45 y 54 años de edad (762.3 por cada 100,000). La prevalencia más baja se registró entre los hombres que vivían en el sur y tenían entre 18 y 24 años (19,2 por cada 100.000).

Si bien hay teorías que pretenden explicar este fenómeno geográfico, aún no se ha encontrado una razón definitiva. Una de las teorías es que la vitamina D, proporcionada por la exposición al sol, puede disminuir el riesgo. Por lo tanto, la exposición limitada al sol podría aumentar el riesgo. A nivel mundial, esta teoría es compatible ya que Canadá tiene la prevalencia más alta de EM en el mundo y las regiones tropicales en Sudamérica y África casi no tienen documentación de EM.

Sin embargo, otros exámenes han demostrado que la prevalencia es más compleja ya que las personas que han migrado desde diferentes áreas geográficas a una edad temprana mantienen el riesgo en el área en que nacieron.


Viendo hacia adelante

En última instancia, esta investigación es importante porque con mayor confianza en el número de personas que viven con esta condición, los investigadores pueden discutir con mayor convicción la carga de esta enfermedad con legisladores, legisladores, compañías farmacéuticas y otros.

Principalmente, este estudio indica que existe una mayor necesidad insatisfecha con respecto a esta condición de la que nos dimos cuenta y esta discusión es de la mayor importancia.

Asimismo, muestra la importancia de la investigación dedicada de la EM.

Además de los impactos positivos que este estudio podría tener en la investigación futura de la EM, también tiene el potencial de mejorar los resultados para otras comunidades de pacientes raros. Los investigadores creen que los algoritmos utilizados en este estudio podrían adaptarse para su uso en otras enfermedades. Este tipo de investigación podría ser especialmente beneficioso para enfermedades que actualmente no tienen un registro nacional como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.

Trudy Horsting

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Fuente: http://bit.ly/2NA7KqX