Según una historia de Medical Xpress, un estudio reciente realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la UNC ha ilustrado que la acumulación de moco pegajoso y anormal, junto con la correspondiente inflamación, es el principal desencadenante del daño pulmonar en pacientes con el raro trastorno quístico fibroso. Si bien las infecciones pulmonares son un síntoma común de la enfermedad, los hallazgos ilustran que el moco en sí, no la infección, es el más responsable del daño pulmonar y la disminución de la función pulmonar.


Sobre la fibrosis quística

La fibrosis quística es un tipo de trastorno genético que puede tener impactos en todo el cuerpo, pero se caracteriza principalmente por la acumulación de moco pegajoso y anormalmente grueso en los pulmones. Este moco se convierte en un caldo de cultivo fértil y hábitat para bacterias potencialmente infecciosas. Muchos pacientes deben tomar antibióticos durante gran parte de sus vidas. Este trastorno es causado por mutaciones del gen CFTR. Los síntomas de la fibrosis quística incluyen disminución progresiva de la función pulmonar, infecciones pulmonares y sinusales, tos con mucosidad, heces grasas, crecimiento deficiente, infertilidad en los hombres, dedos adormecidos y problemas digestivos. El tratamiento incluye antibióticos y medicamentos o procedimientos destinados a mantener la función pulmonar. El trasplante de pulmón es una opción cuando la función pulmonar disminuye severamente. La esperanza de vida oscila entre los 40 y los 50 años con buen cuidado.


Sobre el estudio

Un área crítica de la investigación de la fibrosis quística que ha faltado es la comprensión de cómo se desencadena inicialmente el daño pulmonar en los niños pequeños que nacen con el trastorno. Estos hallazgos indican que el moco en sí es responsable, lo que podría informar las estrategias de tratamiento para los niños con fibrosis quística. La intervención temprana con tratamientos que pueden diluir el moco podría permitir un retraso significativo en la aparición de síntomas y la progresión de la enfermedad.

Los hallazgos se basaron en el líquido de 46 pacientes infantiles, que se comparó con muestras de 16 niños con diferentes problemas respiratorios no relacionados con la fibrosis quística. El líquido de los pacientes con fibrosis quística contenía cantidades mucho mayores de residuos de moco y significativamente menos bacterias. El estudio también encontró que los pacientes con fibrosis quística todavía tenían grandes cantidades de moco en áreas que no habían sido dañadas, pero los primeros signos de inflamación estaban presentes. Mientras tanto, las bacterias infecciosas fueron menos frecuentes.

James Moore

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Fuente: http://bit.ly/2PfgPpT