Sinónimos: Fiebre hemorrágica de Lassa
LF

Prevalencia: Desconocido

Herencia:

Edad de inicio o aparición: Cualquier edad

 

Resumen

La fiebre de Lassa (LF) es una enfermedad hemorrágica vírica potencialmente grave causada por el virus de Lassa y caracterizada por fiebre inicial y malestar, seguidos de síntomas gastrointestinales y, en los casos graves, de sangrado, shock y fallo multiorgánico.

La LF es endémica de África Occidental. La deficiente vigilancia impide estimaciones precisas de su incidencia, pero se estima que varía entre 300.000-500.000 infecciones y 5.000-10.000 casos de LF por año. Se cree que hasta el 80% de las infecciones son asintomáticas o leves.

Tras un periodo de incubación de 1-3 semanas (el rango es de 3-21 días), los pacientes suelen presentar un inicio insidioso de signos y síntomas no específicos que incluyen fiebre, dolor de garganta, malestar, dolor de cabeza, dolor en el pecho y mialgia/artralgia, seguidos rápidamente por manifestaciones gastrointestinales (vómitos, diarrea, dolor abdominal) y, en algunos casos, sarpullidos. En la segunda semana, los casos graves desarrollan una hinchazón de cuello y cara, sangrado (normalmente de nariz y boca), afectación neurológica, shock y fallo multiorgánico. A menudo se presenta leucopenia de leve a moderada y trombocitopenia. La sordera es una secuela en hasta un 30% de los supervivientes.

La fiebre hemorrágica vírica está causada por más de 25 virus diferentes. La LF está causada por el virus de Lassa, un miembro de la familia Arenaviridae. El virus de Lassa tiene su reservorio natural en la rata africana Mastomys natalensis y los humanos se infectan por exposición a los excrementos de estos roedores. La transmisión humano-humano se produce por contacto directo con sangre o fluidos corporales de personas infectadas.

Las modalidades de diagnóstico más comunes incluyen el cultivo celular (restringido a laboratorios de bioseguridad nivel 4), test serológicos como el ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA) o la determinación de anticuerpos por inmunofluorescencia directa (IFA) y reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa reversa (RT-PCR). Debido a que no hay ensayos comerciales disponibles actualmente, estos test sólo se realizan en unos pocos laboratorios especializados.

Es difícil distinguir la LF de otras enfermedades febriles, al menos durante su inicio. Deben excluirse otras fiebres hemorrágicas, así como la malaria, fiebre tifoidea, leptospirosis, las infecciones por rickettsias (consulte estos términos) y la meningococemia.

Los pacientes deben ser aislados y, para prevenir la transmisión nosocomial, deben utilizarse las mismas precauciones que para el resto de fiebres hemorrágicas víricas (protectores faciales, mascarillas quirúrgicas, guantes dobles, batas quirúrgicas y delantales). El medicamento ribavirina, un análogo de nucleósido, debe administrase por vía intravenosa. La ribavirina por vía oral también puede ser efectiva pero menos que la forma intravenosa. Por lo demás, el tratamiento sigue generalmente las directrices de la septicemia grave. Deberá considerarse la administración de antibióticos anti-malaria y de amplio espectro hasta que pueda confirmarse el diagnóstico de LF. Las personas que han tenido contacto sin protección con un paciente con LF deberán ser monitorizadas y deberá considerarse un tratamiento post-exposición con ribavirina oral.

La tasa de letalidad en pacientes hospitalizados es normalmente del 15-20%. El pronóstico es desfavorable si se dan: shock, sangrado, manifestaciones neurológicas, viremia elevada, aumento en los niveles de aspartato aminotransferasa (AST > 150 IU/L) y embarazo.

 

 

Revisores expertos

  • Dr Daniel BAUSCH
  • Andrew BENNETT

 

 


Fuente: http://www.orpha.net/consor/cgi-bin/Disease_Search.php?lng=ES&data_id=14397&Disease_Disease_Search_diseaseGroup=Fiebre-de-Lassa&Disease_Disease_Search_diseaseType=Pat&Enfermedade%28s%29/grupo%20de%20enfermedades=Fiebre-de-Lassa&title=Fiebre-de-Lassa&search=Disease_Search_Simple