Sinónimos: Onfalocele – macroglosia – gigantismo
SBW
Síndrome de Wiedemann-Beckwith

Prevalencia: 1-5 / 10 000

Herencia: Autosómico dominante
o Desconocido

Edad de inicio o aparición: Neonatal / Prenatal

 

Resumen

El síndrome de Beckwith-Wiedemann (SBW) es un trastorno genético caracterizado por sobre crecimiento, predisposición tumoral y malformaciones congénitas.

La enfermedad es panétnica y su prevalencia se estima en 1/13.700. Su incidencia es igual en hombres y mujeres con la excepción de los gemelos monocigóticos (mayoría de mujeres).

Los pacientes tienden a crecer a una tasa mayor durante la 2ª mitad del embarazo y en los primeros años de vida; la altura en adultos suele estar dentro del rango normal. El crecimiento anormal puede también manifestarse como una hemihiperplasia y/o macroglosia (ocasionando dificultades en alimentación y habla). Se ha documentado de hipoglucemia en el 30-50% de los recién nacidos. Es común una forma facial reconocible, a menudo normalizada en la edad adulta. Además de macrosomia, macroglosia, hemihiperplasia e hipoglucemia, los hallazgos pueden incluir onfalocele / hernia umbilical / diástasis del recto, tumor embrionario, pliegues del lóbulo de la oreja anterior y hoyos helicoidales posteriores, nevos flamígeros u otras malformaciones vasculares, visceromegalia implicando órganos abdominales, citomegalia adrenocortical fetal (patognomónico), anomalías renales, historia familiar positiva y, en raras ocasiones, paladar hendido. Existen malformaciones cardíacas en el 9-34% de los casos y la mitad de éstos presentan una cardiomegalia que desaparece de forma espontánea. Las miocardiopatías son raras. Los pacientes tienen mucha predisposición a tumores malignos embrionarios principalmente en los primeros 8 años de vida, con un riesgo estimado de 7,5% (en un rango del 4-21%).

El SBW está causado por varias alteraciones genéticas y/o epigenéticas que desregulan los genes improntados en el cromosoma 11p15.5. La enfermedad se produce esporádicamente (85%), pero se ha descrito transmisión familiar (15%). Los subgrupos moleculares están asociados con riesgos de recurrencia diferentes y diferentes hallazgos clínicos.

Generalmente, el diagnóstico se apoya en la presencia de al menos tres hallazgos clínicos característicos, sin embargo el desarrollo de tumores embrionarios puede darse en presentaciones »más leves». Los test moleculares positivos pueden confirmar el diagnóstico; sin embargo, un resultado negativo no descarta el SBW.

El diagnóstico diferencial incluye los síndromes de Simpson-Golabi-Behmel, Costello, Perlman y Sotos, y la mucopolisacaridosis tipo VI.

Puede ofrecerse el test prenatal mediante la obtención de vellosidades coriales o la amniocentesis, especialmente si se ha identificado una anomalía genómica o citogenética; actualmente, las alteraciones de metilación se detectan con mayor facilidad por amniocentesis. Ésta también puede ser indicada para hallazgos asociados al SBW detectados en la ecografía fetal. A falta de un defecto molecular conocido, la detección puede llevarse a cabo mediante la medición de alfa-fetoproteína en el suero materno y una ecografía dirigida.

Se recomienda el consejo genético, y la estimación del riesgo de recurrencia y la cascada de pruebas genéticas debe tener en cuenta la historia familiar y el subgrupo molecular del afectado.

El manejo implica normalmente un apoyo médico estándar y estrategias quirúrgicas. Debe iniciarse la vigilancia tumoral si se sospecha/diagnostica el SBW y en el caso de un paciente con gemelo monocigótico no afectado clínicamente, se debe vigilar a este último pero no debe guiarse por correlaciones genotipo/fenotipo. La detección de la hipoglucemia debe llevarse a cabo en el periodo neonatal si se ha sugerido o diagnosticado en los hallazgos prenatales, e incluso en recién nacidos no afectados clínicamente con un mayor riesgo por antecedentes familiares.

En el extremo grave del espectro, los pacientes presentan riesgo de muerte temprana por las complicaciones derivadas de: hipoglucemia, su condición de prematuro, miocardiopatía, macroglosia o tumores. En los pacientes que sobreviven a la infancia, el pronóstico es normalmente bueno.

 

 

 

Revisores expertos

  • Pr Rosanna WEKSBERG

 


Fuente: Orphanet ( Síndrome de Beckwith-Wiedemann )