La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria, causada por un gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir un líquido anormalmente espeso y pegajoso, que se acumula en las vías respiratorias de los pulmones y en el páncreas. Como parte de las llamadas enfermedades raras o poco frecuentes, no tiene una cura, aunque existen tratamientos para mejorar la calidad de vida de los pacientes. En los últimos tiempos, la industria farmacéutica aportó algunas drogas específicas, y se sigue avanzando en esta búsqueda. En Córdoba, un grupo de científicos dio con un avance que puede servir para potenciar este proceso. Según su estudio recientemente publicado, el popular ibuprofeno sirve para matar tres bacterias que causan infecciones frecuentes en estos pacientes. Los estudios previos le dieron la razón, y ahora se aprestan al paso fundamental: probarlo en humanos.

Los científicos a cargo de este estudio forman parte del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (CEPROCOR) y del CONICET. Desde hace un tiempo buscan nuevo usos para el ibuprofeno, el popular y conocido antiinflamatorio, analgésico y antitérmico. En los ensayos se determinó que el fármaco es capaz de matar bacterias que causan infecciones en pacientes con fibrosis quística. La propiedad antimicrobiana del ibuprofeno se conocía desde hacía más de una década, pero hasta ahora no se la había dirigido a un uso en especial, como esta enfermedad. Este es el primer trabajo de este tipo, junto con otro realizado en Estados Unidos, que se publicó casi en simultáneo.

“Los primeros trabajos sobre el ibuprofeno en fibrosis quística evaluaban el uso por vía oral para disminuir el efecto inflamatorio de la infección pulmonar”, puntualizó a la agencia CyTA-Fundación Leloir la corresponsable del estudio, Roxana Valeria Alasino, doctora en Biología. En cambio, este equipo de científicos se preguntó si el ibuprofeno podía matar a tres bacterias que causan esas infecciones. Al intentar hacerlas crecer en presencia del fármaco, en el laboratorio, todas resultaron susceptibles al compuesto luego de, al menos, cuatro horas de incubación. Por resultados previos, los científicos sospecharon que la actividad microbicida del ibuprofeno podía deberse a su interacción con las membranas celulares. Este efecto está influenciado por la presencia en el medio de partículas con carga eléctrica (iones), como las que se generan cuando se disuelve sal. “Analizamos, entonces, el efecto de agregar concentraciones crecientes de cloruro de sodio. Fue un tanto sorpresivo, ya que vimos que la alta fuerza iónica incrementaba en un orden de magnitud la potencia bactericida del ibuprofeno”, dijo por su parte Dante Beltramo, doctor en Bioquímica y parte del equipo investigador. le dijo que

Lo interesante es que, en la actualidad, se utilizan soluciones concentradas de cloruro de sodio, formuladas para inhalación, como parte del tratamiento de los pacientes con fibrosis quística porque contribuyen a eliminar la mucosidad de los pulmones y mejorar así la función respiratoria. Por eso, finalmente, los científicos estudiaron si una forma inhalable del ibuprofeno podía ser tóxica para los animales. “Al menos en ratas, a las concentraciones y tiempos utilizados, no parece afectar sustancialmente el epitelio pulmonar”, resaltó Beltramo, quien añadió que la administración del fármaco en nebulizaciones podría ser una indicación apropiada en pacientes.

De la investigación, publicada en Pharmaceuticals, participaron también Adrián Muñoz, Ariel Garro, Valeria Heredia, Néstor García y David Cremonezzi. Completa el quipo Victoria Leonhard. “Estos estudios forman parte de un desarrollo transferido a una empresa farmacéutica de Córdoba. Según se nos ha informado, está realizando los trámites necesarios para comenzar con los estudios clínicos en seres humanos”, señaló Alasino.

 

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