Sinónimos:

Prevalencia: Desconocido

Herencia: No aplicable

Edad de inicio o aparición:Prenatal / Neonatal

 

Resumen

El síndrome fetal por yodo se caracteriza por una serie de síntomas que pueden observarse en el feto o en el recién nacido cuando la madre se ha expuesto a cantidades de yodo inapropiadas (excesivas o insuficientes) durante el embarazo. El yodo es un elemento halógeno no-metálico que se utilizaba en el pasado como desinfectante del agua potable. El yodo materno puede transferirse al feto con facilidad y la exposición materna al yodo de forma crónica puede conducir a un hipotiroidismo y bocio en la descendencia. Si el bocio es severo, puede provocar compresión de la traquea y asfixia.

La cardiomegalia también puede asociarse con una exposición excesiva al yodo durante la gestación. Hay varias fuentes potenciales de yodo: actualmente varias sales de yodo forman parte de la composición de expectorantes y antisépticos tópicos o contra infecciones de la vagina. Varios compuestos que contienen yodo se utilizan como medios de contraste en radiología. Se ha demostrado que tanto la ducha como el uso perineal de productos con yodo, aumentan los niveles de yodo en suero en las mujeres embarazadas y pueden alterar la función tiroidea materna y fetal. La mayoría de las complicaciones fatales como consecuencia del uso de yodo resultaron del empleo de expectorantes con yodo durante el embarazo. Se ha visto que la absorción de yodo por vía tópica es particularmente alta en bebes con muy bajo peso al nacer. Los datos también sugieren que el uso tópico repetido puede llevar a la intoxicación por yodo a largo plazo, especialmente en regiones con déficit endémicos de yodo. S

Según estas observaciones, no se recomienda el uso repetido o rutinario de productos que contengan yodo durante el embarazo. Sin embargo, debe observarse que la administración de yodo durante siete días antes de la cirugía materna de tiroides no se ha asociado a hipotiroidismo o bocio fetal. Además de los problemas relacionados con la intoxicación por yodo, el déficit de éste durante el embarazo puede ser suficientemente grave como para producir hipotiroidismo en el feto. En Europa, se estima que cerca de 141 millones de personas tienen una ingesta de yodo insuficiente, unos 97 millones están afectados por bocio y cerca de 0,9 millones padecen deterioro en el desarrollo mental. El déficit de yodo se origina a partir de niveles bajos del mismo en la dieta o por una dieta rica en alimentos como la mandioca o la col, que contienen compuestos que secuestran el yodo. El síndrome de desarrollo mental y físico detenido con sordera (cretinismo) es el resultado de este hipotiroidismo crónico, es un problema importante de salud pública, dado que es la causa corregible de daño cerebral con mayor prevalencia en el mundo.

Durante los últimos 15 años se ha progresado mucho hacia la erradicación del déficit de yodo, principalmente por la yodización universal de la sal, aunque esta estrategia no tiene aún una aplicación global. Los datos apuntan a que el tratamiento con yodo hasta el final del segundo trimestre de gestación puede proteger el cerebro fetal de los efectos adversos del déficit de yodo. Si el tratamiento se inicia más tarde los efectos sobre el déficit fetal serán mínimos.

 

 

Revisores expertos

  • Dr Elisabeth ROBERT-GNANSIA

 

 


Fuente: Orphanet (Síndrome por exposición fetal a la iodina)