Sinónimos: Amiloidosis relacionada con ATTRV30M
Neuropatía amiloide TTR
Neuropatía amiloide por transtiretina
Polineuropatía amiloide familiar tipo I (tipo portugués-sueco-japonés)
Polineuropatía amiloide por transtiretina

Prevalencia: Desconocido

Herencia: Autosómico dominante

Edad de inicio o aparición: La edad adulta

 

Resumen

La polineuropatía amiloide familiar (FAP) o polineuropatía amiloide transtiretina (TTR) es una neuropatía progresiva sensitivo-motora autonómica que aparece en la edad adulta. La pérdida de peso y la implicación cardíaca son frecuentes; también pueden darse complicaciones oculares o renales.

La prevalencia a nivel mundial es desconocida, aunque la prevalencia entre la población general en Japón ha sido estimada recientemente en 1 por millón.

La FAP es clínicamente heterogénea, y su presentación clínica depende del genotipo y del origen geográfico. La FAP se presenta generalmente como una polineuropatía sensitiva dependiente de la longitud con alteraciones autonómicas. Las primeras manifestaciones son parestesia, dolor o lesiones tróficas de los pies, trastornos gastrointestinales o pérdida de peso. La pérdida sensitiva más pronunciada implica dolor y sensación térmica. La pérdida motora se produce más tarde. Los rasgos autonómicos incluyen hipotensión postural y trastornos gastrointestinales y genitourinarios.

La FAP se transmite como un rasgo autosómico dominante y es causada debido a mutaciones en el gen TTR (18q12.1). Se han identificado más de 40 mutaciones de TTR hasta el momento, asociadas con patrones variados de afectación de órganos, edad de aparición y progresión de la enfermedad. La variante más común es la substitución TTR Val30Met, de la cual se han identificado diversos focos endémicos, especialmente en Portugal, Japón y Suecia. Sin embargo, el fenotipo TTR Val30Met varía entre estos países. Para el diagnóstico se requiere la detección de las mutaciones TTR amiloide-asociadas. Aún así, la identificación de una mutación causante de la enfermedad no se considera como diagnóstico porque la penetrancia genética es variable. La observación clínica y la biopsia de tejidos (como nervio, riñón, glándulas salivales labiales, tejido graso subcutáneo o mucosa rectal) son necesarias para un diagnóstico definitivo: Los depósitos amiloides se detectan mediante tinción con rojo Congo en microscopio de luz y por birrefringencia verde en microscopio de luz polarizada.

El diagnóstico diferencial debe incluir neuropatía diabética, polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica (ver término), cadena ligera (AL en inglés), amiloidosis por gelsolina y apolipoproteína A1 (ver términos). Se debe ofrecer consejo genético a las familias afectadas, mientras que la detección presintomática de los familiares de un paciente índice es importante para permitir un diagnóstico temprano. A los pacientes con aparición temprana de la FAP (< 40 años), se les debe proponer el diagnóstico prenatal a través de una muestra de vellosidad coriónica. El manejo de la FAP debe ser multidisciplinario, involucrando a un neurólogo, un genetista, un cardiólogo y un cirujano hepático.

El trasplante de hígado (TH) es actualmente el único tratamiento para prevenir la síntesis de las variantes amiloidogénicas de TTR. El TH puede frenar la progresión de la enfermedad en sus primeras etapas. Los tratamientos sintomáticos son esenciales para neuropatías sensitivo-motoras y autonómicas y complicaciones viscerales. La FAP es una enfermedad severa e incapacitante. Se pueden desarrollar manifestaciones cardiacas severas, renales y oculares. La muerte sobreviene, como media, 10.8 años después de la aparición de los primeros síntomas y puede ocurrir repentinamente o derivada de infecciones o de caquexia.

 

 

 

Revisores expertos

  • Pr David ADAMS