La vasculitis es un grupo de enfermedades que tienen en común la inflamación de los vasos sanguíneos y puede afectar a los órganos a los que llevan la sangre. Ocurre cuando las células del sistema inmune atacan estos vasos por equivocación y puede perjudicar arterias, venas y capilares.

La inflamación de los vasos sanguíneos conlleva graves consecuencias al organismo ya que afecta el transporte de la sangre a los tejidos del cuerpo. Las vasculitis además pueden provocar el ensanchamiento de los vasos, que si se llegan a reventar ocasionan hemorragias internas.

El médico internista reumatólogo Paul Méndez Patarroyo, explica que hay diferentes tipos de vasculitis. “Por un lado están las secundarias a otras enfermedades, como por ejemplo algunas reumáticas como el lupus o la artritis reumatoide; pero también a tumores, infecciones o algunos medicamentos”. Por otro lado están las vasculitis primarias, que son autoinmunes e independientes de otras afecciones reumáticas. Estas se dividen de acuerdo a qué tipos de vasos inflama y según su tamaño, si afecta vasos grandes, medianos o pequeños, se les da un nombre.

El diagnóstico de esta enfermedad es complicado, pues se desconoce la causa de la mayoría de las vasculitis y sus síntomas son frecuentemente confundidos con otras afecciones. “En la sangre no hay marcadores para diagnosticar la enfermedad. La clave es que el médico haga un exámen físico completo y que si ve algo fuera de lo común, sospeche de esta enfermedad para que sea posible realizar una biopsia, que es lo único que puede confirmar la vasculitis”, explica Méndez Patarroyo.

Algunas pistas que pueden generar sospecha de estar sufriendo de esa afección son presentar fiebre por varios días, sin explicación. Aparición de brote en la piel, con manchas rojas, bultos o llagas; secreción o sangrado por las orejas y nariz, tos, dificultad para respirar, cansancio general, calambres, entumecimiento de manos o pies, con pérdida de fuerza o de la sensibilidad y problemas urinarios.

En cuanto a su tratamiento, Méndez Patarroyo explica que en la mayoría de los casos, las vasculitis que tienen que ver con el sistema inmune (las primarias) se tratan con medicamentos para este sistema y lo que buscan es desinflamar; un ejemplo son los corticoides” y añade que cuando son vasculitis secundarias, se debe evaluar cuáles órganos son los afectados y seguir un tratamiento integral con otros especialistas para manejar la enfermedad.

Aunque no es muy común en niños y adolescentes, las vasculitis pueden manifestarse a cualquier edad y persona. “En estas enfermedades la herencia no existe, es difícil establecer que un factor de riesgo sea la herencia y no lo sabemos porque los estudios que se tienen no son claros. Las personas que tienen problemas del sistema inmune, tienen más riesgo de sufrir de enfermedades como estas”, explica el reumatólogo.

Para disminuir la probabilidad de presentar esta enfermedad, “es necesario tener costumbres sanas, una buena alimentación, hacer deporte, descansar bien, hacerse chequeos constantes y conocer bien su herencia para evaluar el riesgo si existe en esta una enfermedad autoinmune”, concluye Méndez Patarroyo.

Las vasculitis hacen parte de las enfermedades raras o huérfanas. Se presentan unos 90 casos por cada un millón de personas y cinco por cada millón de habitantes por año. Por esa razón, es clave asistir al médico frente a cualquier sospecha ya que esta enfermedad puede ser mortal si no se trata a tiempo.

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Fuente: http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/que-es-la-vasculitis/479071