Sinónimos: Deficiencia de N-acetilglucosamina-1-fosforiltransferasa
Enfermedad de células I

Prevalencia: <1 / 1 000 000

Herencia: Autosómico recesivo

Edad de inicio o aparición: Neonatal

 

Resumen

Definición de la enfermedad

La mucolipidosis tipo II (MLII) es una enfermedad de depósito lisosomal de evolución lenta caracterizada por retraso en el crecimiento, anomalías esqueléticas, dismorfismo facial, piel endurecida, retraso en el desarrollo y cardiomegalia.

Epidemiología

La prevalencia mundial es desconocida. Se ha estimado cifras de prevalencia de nacidos vivos en Portugal (1/123.500), Japón (1/252.000), Países Bajos (1/625.500) e Irlanda (1/64.100) y se ha descrito un efecto fundador en la región de Saguenay-Lac-St-Jean de Quebec.

Descripción clínica

Los recién nacidos presentan hipotonía, retraso en el crecimiento y deformidades esqueléticas que empeoran gradualmente, incluyendo la desviación cubital de las manos con dedos ensanchados y arqueados, cifosis, dislocación de las caderas, pies zambos y deformación de los huesos largos. Al nacimiento, se detecta una limitación en el movimiento de las articulaciones de los hombros. Se ha documentado hiperparatiodismo neonatal transitorio en casos graves de MLII. Poco después del nacimiento se observa las siguientes características: rostro plano, cuencas de los ojos poco profundas con ojos proptóticos, puente nasal deprimido, boca prominente e hipertrofia gingival. La tosquedad de los rasgos faciales es progresiva. La piel está endurecida y engrosada, especialmente alrededor de los lóbulos de las orejas. Las etapas del desarrollo motriz están retrasadas y la función cognitiva está por debajo de lo normal. Por lo habitual, el crecimiento postnatal se detiene en el 2º año de vida y se desarrollan contracturas en todas las articulaciones. La mayoría de los pacientes nunca llega a caminar. Generalmente, la afectación cardiaca incluye el engrosamiento e insuficiencia de las válvulas mitral y aórtica. La voz es ronca y la respiración es ruidosa debido al estrechamiento progresivo de las vías respiratorias, el engrosamiento mucoso y el endurecimiento de todos los tejidos conectivos que, junto con la afectación cardiaca, conducen a la insuficiencia cardiorrespiratoria.

Etiología

La MLII se debe a mutaciones en el gen GNPTAB (12q23.3), que codifica las subunidades alfa y beta del complejo de fosfotransferasas de la N-acetilglucosamina. Las mutaciones en este gen llevan a un defecto en la síntesis de manosa-6-fosfato, el marcador de las cadenas laterales de glicanos tipo oligomanosa de los enzimas lisosomales, que dirigen los enzimas a los lisosomas de las células del tejido conectivo. El fallo en la función lisosomal (más que el almacenamiento de los productos sin digerir) es la base de la patogénesis de la MLII.

Métodos diagnósticos

El diagnóstico está basado en el examen clínico/radiológico así como en la actividad enzimática en plasma. Las radiografías revelan la osteopenia progresiva y la disostosis múltiple (ensanchamiento diafisario y acortamiento de los huesos largos, deformidades en forma de gancho de los bordes antero-inferiores de la primera y la segunda vértebras lumbares, y huesos isquión y púbico relativamente alargados). Los niveles de hidrolasas lisosomales en plasma y otros fluidos corporales están elevados entre 5-20 veces por encima de los valores de referencia. El cribado molecular de mutaciones en el gen GNPTAB confirma el diagnóstico. Es posible realizar ensayos de detección del defecto enzimático, visualizar las inclusiones citoplasmáticas y documentar el incremento en los niveles de oligosacáridos en orina, aunque por lo habitual estas pruebas no se realizan de forma rutinaria.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial incluye el síndrome de Hurler; la gangliosidosis GM1 tipo 1; la forma infantil de galactosialidosis; la sialidosis tipo 2; la enfermedad de depósito de ácido siálico libre, forma infantil; el raquitismo hipocalcémico y la MLIII. La displasia de Pacman (consulte este término) se corresponde, en muchos casos, con la expresión prenatal de la MLII.

Diagnóstico prenatal

El diagnóstico prenatal es posible en familias con una mutación conocida causante de la enfermedad.

Consejo genético

La MLII se hereda de manera autosómica recesiva y es posible el asesoramiento genético.

Manejo y tratamiento

No existe cura para la MLII y el tratamiento es paliativo. Los programas interactivos para estimular el desarrollo cognitivo, las terapias de »bajo-impacto» (como la terapia acuática) y la terapia ocupacional y/o logopedia pueden resultar beneficiosos. Se puede valorar la gingivectomía en aquellos casos que cursan con dolor bucal grave e infecciones. En algunos pacientes se puede requerir apoyo respiratorio y ventilación asistida. Se debería realizar seguimientos periódicos a los bebés y niños pequeños (cada 3 meses) con el fin de monitorizar el funcionamiento cardiaco y pulmonar, y posteriormente cada año durante la primera infancia.

Pronóstico

El pronóstico es desfavorable con un desenlace fatal (generalmente debido a la insuficiencia cardiorrespiratoria) que, por lo habitual, tiene lugar en la infancia.

Revisores expertos

  • Dr Jules LEROY