Hoy es un sábado por la mañana, el sol afuera está brillante. Lo sé porque la luz entra por la ventana alta que está en el techo y, aunque tengo mis ojos cerrados, estoy viendo un montonal de estrellitas de polvo que flotan en el caminito que sale de la ventana hasta mi cama. ¡Uy! Mi cama está deliciosa y mi almohada pachona. Mis brazos no están tapados y puedo sentir con mis dedos los pelitos suaves de la colcha.

Aquí me siento bien, cómoda y segura. Afuera del cuarto escucho la voces de mis papis que están platicando, pero no quiero llamarlos.

Pareciera que mi cuerpo no pesa. Siento como si mi cuerpo estuviera relleno de almohada o quizá más ligero. ¡Estoy flotando! Creo que puedo volar, ¡sí puedo volar!

Que padre se siente subir y bajar, moverme como yo quiera. Es padre volar por todo el cuarto.

Los colores de mi cuerpo se están agüadando. Ya no se ven brillantes y creo que me estoy haciendo más ligera. Acabo de cruzar el techo de mi cuarto, ¡Guau! ¡Qué chido!

Desde aquí arriba puedo ver a mis papis, los veo preocupados porque están hablando de mi. Mi mamá está llorando y mi papá la está abrazando. Creo que a veces se preocupan mucho por mí. Ellos no saben que yo soy muy fuerte. Siento como si el sol estuviera adentro de mí y sus rayos de colores salen por cada uno de mis deditos. Casi puedo alcanzarlo y mi cuerpo se siente calientito pero no estoy sudando, no tengo hambre ni sed. Estoy respirando muy profundo, cada vez que entra aire a mi cuerpo, siento que me inflo de paz y cada vez que saco el aire, siento que se sale un poquito del dolor de mi cuerpo.

Mientras floto acá arriba, empiezo a sentir en mi cara una lluvia maravillosa de energía que me da vida.

Solo por ahora, confío en mí, escucho mi corazón que late muy fuerte.

Solo por ahora no voy a pensar en que va a ser de mí en el futuro.

Solo por ahora no voy a estar preocupada ni tendré miedo.

Solo por ahora voy a sentirme en paz, y no estaré enojada.

Solo por ahora voy a dar gracias porque tengo una familia muy bonita que me ama y se preocupa por mí. También voy a dar gracias porque tengo una camita rica y porque puedo comer muchas cosas sabrosas.

Solo por hoy voy a agradecer por la vida de los doctores y todas las personas que hacen algo bueno por los niños enfermos como yo.

Solo por hoy voy a aceptar lo que me toca vivir y a entender que todos somos diferentes.

Solo por hoy me sentiré muy feliz. ¡Tengo voluntad de vivir!

Poco a poquito pareciera que mi cuerpo se empieza a hacer más pesado y siento que voy bajando; atravieso el techo de mi casa y aterrizo nuevamente en mi cama. Sé que mis papis están muy contentos porque estoy viva. Yo misma estoy muy contenta porque estoy viva. Vuelvo a sentir con mis dedos los pelitos de la colcha. ¡Ay, qué bien me siento!

– Mami, papi, ¡estoy viva! ¡Soy feliz!