El famoso pensamiento poético sugiere que «los ojos son la ventana hacia el alma». Los médicos que estudian la enfermedad de Wilson, sin embargo, pueden ver los ojos como la ventana para un diagnóstico. Según una historia de Florida Today, los ojos son un factor importante incluso cuando se monitorea una enfermedad que afecta principalmente a otros órganos.

¿Qué es la enfermedad de Wilson?

La enfermedad de Wilson es una enfermedad genética heredada al nacer. Afecta la capacidad del cuerpo para procesar cobre. Mientras que cierto grado de cobre es esencial para una persona sana, aquellos con enfermedad de Wilson acumulan el metal en cantidades peligrosas. El cobre a menudo se acumula en el cerebro y el hígado. A menos que se diagnostique temprano, la enfermedad de Wilson podría provocar un daño orgánico grave. La enfermedad es finalmente fatal.

La enfermedad de Wilson a menudo muestra síntomas entre las edades de seis y 45 años. Se observa con mayor frecuencia durante la adolescencia. Los síntomas de marca de la enfermedad incluyen acumulación de líquido en las extremidades, ictericia e hinchazón abdominal. Otros síntomas incluyen dificultad para caminar, dificultad para tragar, bajo recuento de glóbulos blancos y moretones fáciles.

Si la enfermedad de Wilson afecta el cerebro o el hígado, también puede haber casos de síntomas psiquiátricos o hepatitis, respectivamente.

Diagnosticando la enfermedad de Wilson

El proceso de diagnóstico estándar para la enfermedad de Wilson incluye un conjunto de pruebas. Se prueban la función hepática, la coagulación, los niveles de cobre en el suero y la orina, las imágenes cerebrales y una proteína sanguínea portadora de cobre llamada ceruloplasmina.

Algunas estimaciones sugieren que hasta la mitad de todos los pacientes con enfermedad de Wilson viven con síntomas psicológicos o neurológicos también. Estos requieren baterías de pruebas completamente diferentes además de las enumeradas anteriormente.
Ojo espia

Si bien los síntomas que afectan los ojos son relativamente poco comunes en los casos de enfermedad de Wilson, los pacientes pueden tener un signo revelador de la condición, no obstante. Conocido como un anillo de Kayser-Fleisher, este pigmento marrón, verde o rojo en el ojo puede sugerir la enfermedad de Wilson.

El anillo de Kayser-Fleisher es representativo de depósitos de cobre en el cuerpo. Es típicamente visible en la periferia de la córnea que se encuentra frente a la pupila. En algunos casos, los pacientes incluso han desarrollado cataratas como resultado de depósitos de cobre en el ojo.

Al principio, el anillo Kayser-Fleisher puede no formar un halo completo. Los oftalmólogos pueden examinar el sistema de drenaje del ojo para ver si los pacientes están comenzando a desarrollar el anillo de cobre.

El monitoreo del anillo Kayser-Fleisher también puede darles a los médicos un indicador sobre la eficacia de los tratamientos. Si los tratamientos son exitosos, y el cuerpo comienza a procesar el exceso de cobre, el anillo desaparecerá del ojo. Si el anillo regresa, es probable que un tratamiento no sea efectivo. Por esta razón, los expertos sugieren que los pacientes con enfermedad de Wilson sean monitoreados no solo por su médico de cabecera sino también por especialistas en ojos.

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