Después del 1º de julio, no podremos parar. Tendremos que seguir construyendo caminos para transitar a través de ellos de manera certera.

Esa es nuestra obligación.

Desde hace más de dos décadas, cada cambio de sexenio representa para nuestro esfuerzo y nuestros enfermos volver a empezar, sobre todo cuando el partido en el poder cambia de un periodo a otro. Después de todos estos años, eso ya no nos preocupa. Estamos acostumbrados a pelear todas las batallas con quién sea y en dónde sea.

La próxima administración, la que elijamos los mexicanos el 1º de julio, tiene en el tema de salud una tarea pendiente que demanda un esfuerzo mayúsculo y un ejercicio extenuante para que cabalmente los mexicanos gocen en los hechos de la atención en salud que consagra el artículo 4° constitucional.

En la FEMEXER haremos que quien llegue, conozca nuestra realidad, nuestros problemas, las soluciones que planteamos y, por supuesto, garantice que los caminos que hemos abierto a favor de los nuestros, no sean interpuestos por aduanas de negligencia, mala práctica y desdén. Tenemos que impedir a toda costa que esto suceda.