Sinònimos: Enfermedad de Rendu-Osler
Enfermedad de Rendu-Osler-Weber
HHT

Prevalencia: 1-5 / 10 000

Herencia: Autosómico dominante

Edad de inicio o apariciòn: Infancia

 

Resumen

La enfermedad de Rendu-Osler-Weber, también llamada telangiectasia hemorrágica hereditaria (THH), es un trastorno de la angiogénesis que conduce a dilataciones arteriovenosas: telangiectasias cutáneo-mucosas hemorrágicas y cortocircuitos viscerales. Su prevalencia varía entre 1/5.000 y 1/8.000.

Los signos clínicos principales incluyen: epistaxis crónica y anemiante, en ocasiones en niños, y las telangiectasias cutáneo-mucosas (en locacalizaciones típicas), que aparecen en adultos y aumentan con la edad. Las malformaciones arteriovenosas viscerales (MAV) pueden ser asintomáticas o conllevar complicaciones que provocan una expresión de la enfermedad altamente variable: las MAV pulmonares producen abscesos cerebrales o ataques isquémicos transitorios, signos de hipoxia crónica o rotura hemorrágica; las MAV del sistema nervioso central pueden provocar signos de compresión lenta o ser hemorrágicos; las MAV hepáticas, las cuales permanecen latentes durante periodos largos, se vuelven clínicamente graves en una proporción limitada de pacientes y pueden conducir a hiperflujo cardíaco, hipertensión portal, hipertensión pulmonar o angiocolitis pseudo-obstructiva; las MAV digestivas, hemorrágicas, aumentan con la edad y acentúan la anemia crónica. La enfermedad tiene un origen genético y está provocada por mutaciones en dos genes principalmente: ACVRL1 y ENG, implicados en la vía de señalización del factor de crecimiento transformante beta (TGB-beta).

La homeostasis angiogénica vascular de los capilares está deteriorada, provocando una neovascularización excesiva (telangiectasia y fístulas arteriovenosas sucesivas y progresivas). En algunos casos raros, el gen SMAD4 está mutado y resulta en una THH asociada con poliposis juvenil (ver este término). La transmisión es autosómica dominante. La penetrancia es casi completa hasta los 50 años de edad.

El diagnóstico es clínico y está basado en los criterios de Curaçao: epistaxis recurrentes, telangiectasia cutánea/mucosa y un carácter hereditario de los signos. La afectación visceral pulmonar, hepática o neurológica puede sustituir uno de los anteriores criterios en el diagnóstico de la enfermedad.

El test genético está disponible y, en presencia de los signos clínicos característicos, incluyendo la afectación visceral, confirma el diagnóstico mediante la identificación de la mutación familiar.

El diagnóstico diferencial incluye el síndrome de CREST, la hipertensión arterial pulmonar (ver estos términos) y la telangiectasia benigna hereditaria.

El diagnóstico prenatal no se recomienda, excepto para los casos graves. El manejo de la enfermedad consiste en el manejo de la anemia, así como en la prevención y tratamiento de la epistaxis. El manejo de las MAV se basa en su diagnóstico y oclusión tempranos, frecuentemente mediante radiología intervencionista, dependiendo de la localización.

En caso de enfermedad hepática, el trasplante de hígado puede ser la solución, hasta que se pruebe la efectividad y se acepten los medicamentos antiangiogénicos, como son la Talidomida y los anticuerpos anti-VEGF (Vascular Endothelial Growth Factor). La mayoría de los pacientes tienen una esperanza de vida normal, que depende del grado de afectación visceral. Se han descrito algunos casos de mortalidad durante el embarazo en pacientes con fístulas arteriovenosas pulmonares que no habían sido identificadas.

 

 

Revisores expertos

  • Pr Henri PLAUCHU

 

 


Fuente: http://www.orpha.net/consor/cgi-bin/Disease_Search.php?lng=ES&data_id=236&Disease_Disease_Search_diseaseGroup=Enfermedad-de-Rendu-Osler&Disease_Disease_Search_diseaseType=Pat&Enfermedade%28s%29/grupo%20de%20enfermedades=Telangiectasia-hemorr-gica-hereditaria–Enfermedad-de-Rendu-Osler-&title=Telangiectasia-hemorr-gica-hereditaria–Enfermedad-de-Rendu-Osler-&search=Disease_Search_Simple