Sinónimos: MPS1H/S
Mucopolisacaridosis tipo 1H/S
Mucopolisacaridosis tipo IH/S

Prevalencia:

Herencia: Autosómico recesivo

Edad de inicio o aparición: Infancia / Neonatal

 

Resumen

El síndrome de Hurler-Scheie es la forma de gravedad intermedia de la mucopolisacaridosis tipo 1 (MPS 1; ver término), situada entre los dos extremos, el síndrome de Hurler y el de Scheie; es una enfermedad rara por almacenamiento lisosomal, caracterizada por anomalías esqueléticas y retraso en el desarrollo motor.

La prevalencia de la MPS 1 se estimada en 1/100.000, y un 23% del total de casos corresponde al síndrome de Hurler-Scheie, lo que da una prevalencia de aproximadamente 1/435.000.

Los pacientes con el síndrome de Hurler-Scheie tienen inteligencia normal o casi normal, pero presentan grados variables de discapacidad física. En los primeros años de vida los pacientes presentan alteraciones musculoesqueléticas de grado variable, incluyendo: estatura baja, disostosis múltiple, cifosis torácico-lumbar, engrosamiento progresivo de los rasgos faciales en grados variables, cardiomiopatía y anomalías en las válvulas, pérdida auditiva neurosensorial, agrandamiento de amígdalas y adenoides, y secreción nasal. La hidrocefalia puede ocurrir a partir de los dos años. La opacidad corneal se observa entre los dos y los cuatro años y requiere queratoplastia para restaurar la visión. Otras manifestaciones incluyen órganomegalia, hernias e hirsutismo.

El síndrome de Hurler-Scheie está causado por mutaciones en el gen IDUA (4p16.3) que provocan un déficit parcial del enzima alfa-L-iduronidasa y un acúmulo en los lisosomas de dermatán sulfato (DS) y de heparán sulfato (HS).

La transmisión es autosómica recesiva.

El diagnóstico temprano es difícil ya que los primeros signos clínicos no son específicos, pero es crucial para iniciar un tratamiento a tiempo. El diagnóstico biológico se basa en la detección de un incremento de DS y HS en la excreción urinaria mediante el azul de 1,9-dimetilmetileno (DMB) y la electroforesis de glicosaminoglicanos (GAG), y en la demostración del déficit enzimático en leucocitos o fibroblastos. Es posible realizar una prueba genética. El diagnósticodiferencial incluye tanto la forma más leve como la más grave de la mucopolisacaridosis tipo 1 (síndrome de Scheie y de Hurler respectivamente), la mucopolisacaridosis tipo VI y la de tipo II (ver términos).

Se puede realizar un diagnóstico prenatal midiendo la actividad enzimática en un cultivo de amniocitos o vellosidades coriónicas, o a través de un test genético si se conoce la mutación responsable de la enfermedad. El consejo genético está recomendado. El manejo debe llevarlo a cabo un equipo multidisciplinar y debe incluir la fisioterapia para mantener el rango de movimientos.

El trasplante de médula ósea o de sangre del cordón umbilical se ha realizado con éxito, y puede preservar la neurocognición, mejorar algunos aspectos de la enfermedad somática y aumentar la supervivencia. Sin embargo, está ligado a muchos riesgos y la mayoría de los efectos positivos se producen únicamente durante los primeros años tras el injerto.

La terapia enzimática sustitutiva (laronidasa) obtuvo en 2003 la autorización de comercialización como medicamento huérfano. A través de perfusiones semanales, se obtiene una mejora de la función pulmonar y de la movilidad articular. Un tratamiento temprano ralentiza la progresión de la enfermedad.

La esperanza de vida es reducida en el síndrome de Hurler-Scheie: la muerte ocurre antes de la adolescencia debido a complicaciones cardiovasculares y respiratorias.

 

 

 

Revisores expertos

  • Pr Michael BECK

 


Fuente: http://www.orpha.net/consor/cgi-bin/Disease_Search.php?lng=ES&data_id=12383&Disease_Disease_Search_diseaseGroup=Mucopolisacaridosis-tipo-1H-S&Disease_Disease_Search_diseaseType=Pat&Enfermedade%28s%29/grupo%20de%20enfermedades=S-ndrome-de-Hurler-Scheie&title=S-ndrome-de-Hurler-Scheie&search=Disease_Search_Simple