Esta calvicie provoca que la línea de nacimiento del pelo retroceda aumentando el tamaño de la frente.

La caída del pelo es una cuestión estética que siempre preocupa tanto a hombres como a mujeres, aunque, en el caso de ellas, tradicionalmente este cambio puede llegar a influir más en su vida social y laboral.

Pese a que el tipo de alopecia más conocido en mujeres es la androgénica, lo cierto es que existen otros que se desarrollan de forma distinta. Este es el caso de una de las alopecias cicatriciales llamada alopecia frontal fibrosante.

Una alopecia visible en frente y sienes

La doctora Alba Gómez Zubiaur, especialista de la Unidad de Medicina Capilar del Hospital Ruber Internacional, nos describe esta enfermedad: «La alopecia frontal fibrosante es un tipo de caída cicatricial o definitiva del cabello, en la que se produce un proceso inflamatorio autoinmune, generado por el propio individuo, que ataca y destruye las unidades foliculares de forma irreversible, ocasionando una cicatriz en el cuero cabelludo».

Concretamente, la caída del pelo avanza en la frente y en los laterales de la cabeza, lo que parece simular la forma de una diadema. Esto se debe a que la línea en la que está implantado el cuero cabelludo va retrocediendo, y, por tanto, el nacimiento del cabello aparece cada vez más atrás. Así, a medida que esta línea de nacimiento del pelo se retrasa, la frente va creciendo de tamaño.

Cabe añadir que la detección temprana es vital en el abordaje de la alopecia frontal fibrosante, ya que cuanto antes se consiga un diagnóstico, más posibilidades hay de que la evolución sea más favorable. Y es que, si se controla el proceso inflamatorio, que es el que destruye los folículos pilosos, se puede prevenir la caída del pelo y la cicatrización.

Síntomas de la alopecia frontal fibrosante

Los signos que hay que vigilar especialmente son:

  • ¡Atenta a las cejas! Nuestra dermatóloga nos remarca que «el primer síntoma de este tipo de caída, que precede en muchas ocasiones, incluso en años, al avance en diadema de la línea de inicio del pelo, es la pérdida progresiva de las cejas«.
  • Enrojecimiento de las mejillas.
  • Lesiones en las sienes. Nuestra especialista nos especifica que «forman una especie de empedrado, o relieve, o bien una depresión más marcada en los vasos sanguíneos centrales de la frente».

¿Qué factores provocan este tipo de caída de pelo?

No existe una causa única que se asocie a la alopecia frontal fibrosante, sino que en la actualidad se considera que son varios los factores que, juntos, originan el proceso inflamatorio que acaba por destruir a los folículos.

Estas posibles causas se agrupan en 4 tipos:

  • Cambios hormonales. El hecho de que aparezca con frecuencia en mujeres cercanas a la menopausia, tanto antes como después, y el uso de medicación con acción hormonal como tratamiento sintomático hacen que se plantee una relación entre esta alopecia y el factor hormonal.
  • Hereditario. A menudo la alopecia se desarrolla en madres, y posteriormente en las hijas, por eso se considera que hay un factor genético que motiva su aparición.
  • Otras patologías. Existen enfermedades autoinmunes, como el hipotiroidismo, que pueden tener una posible asociación con la alopecia.
  • Medio ambiente. Debido al creciente número de casos con alopecia, se plantea una última hipótesis que valora el efecto de factores medioambientales.

¿Cómo se trata esta alopecia?

Nuestra especialista nos explica que «el tratamiento se basa en controlar los dos mecanismos que la originan, por un lado, el factor hormonal y por otro el factor inflamatorio«, indicando que «nuestro objetivo será frenar el avance para que esta diadema, que va haciendo ganar centímetros a la frente y perder centímetros al pelo, se mantenga estable».

Para ello, generalmente se recomiendan:

  • Cremas o geles tópicos, para aplicar sobre el cuero cabelludo
  • Infiltraciones de fármacos mediante mesoterapia capilar en el área afectada por la pérdida de pelo
  • Fármacos de administración oral

Para concluir, nuestra especialista nos indica que «el empleo de una u otra vía y de las diferentes combinaciones de antiinflamatorios y moduladores hormonales se debe individualizar para cada paciente, dependiendo también del avance y la actividad de la enfermedad». De esta forma, se adapta el tratamiento de acuerdo con la evolución de la propia alopecia, teniendo en cuenta que, en una misma paciente, existen periodos en los que el proceso inflamatorio se intensifica.


Fuente: http://bit.ly/2qufGmj