La hipertensión pulmonar es una enfermedad pulmonar crónica que afecta a personas de todas las edades, incluidas las mujeres en edad fértil. Quedar embarazada cuando tiene hipertensión pulmonar se considera de muy alto riesgo. Las exigencias del embarazo ponen en peligro la salud de la madre y las tasas de mortalidad son altas, entre el 30 y el 56 por ciento.

En general, se aconseja a las mujeres con hipertensión pulmonar que no estén embarazadas, y si quedan embarazadas, necesitarán un control cuidadoso por parte de un equipo multidisciplinario. Hemos reunido algunos datos sobre el embarazo y la hipertensión pulmonar con la ayuda de heartdiseaseandpregnancy.com y hindawi.com.

Riesgo de insuficiencia cardíaca
Cuando una mujer queda embarazada, el volumen de su sangre aumenta entre un 30 y un 50 por ciento para mantener al feto en crecimiento. El corazón debe bombear esta sangre extra alrededor del cuerpo, haciendo que tenga que trabajar mucho más de lo normal. Debido a que el lado derecho del corazón ya está comprometido por la hipertensión pulmonar, el riesgo de insuficiencia cardíaca es aún mayor.

Riesgo de coágulos de sangre
Todas las mujeres embarazadas están en riesgo de tromboembolismo, donde los coágulos sanguíneos que se forman en las piernas viajan a los pulmones o al líquido amniótico. Esto es peligroso para cualquier persona, pero aún más para los pacientes con hipertensión pulmonar.

Trabajo peligroso
El trabajo de parto es particularmente peligroso para las mujeres con hipertensión pulmonar ya que el corazón se somete a más presión y la presión arterial aumenta. La mayoría de las muertes maternas ocurren durante el parto y en el mes posterior al parto.

Riesgos para el bebé
El bebé corre riesgo si la madre sufre de insuficiencia cardíaca o tromboembolia antes de que el embarazo sea a término. Además, existe el riesgo de que el niño pueda heredar la hipertensión pulmonar.