Un estudio internacional revela algunos de los mecanismos moleculares por los que el virus Epstein Barr contribuye al desarrollo de cáncer. Los investigadores plantean que el genoma del virus interacciona con la cromatina de las células infectadas y la reprograma causando la activación de protooncogenes cercanos. Los resultados del trabajo fueron publicados el pasado julio en Nature Genetics.

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Viriones de Epstein-Barr. Imagen: De Liza Gross – (2005) Virus Proteins Prevent Cell Suicide Long Enough to Establish Latent Infection. PLoS Biol 3(12): e430 DOI: 10.1371/journal.pbio.0030430http://biology.plosjournals.org/perlserv?request=get-document&doi=10.1371/journal.pbio.0030430, (CC BY 2.5).

El virus Epstein Barr es uno de los siete virus que comparten la característica de inducir el cáncer en humanos. Está presente en hasta un 40% de los linfomas de Hodgkin y un 10% de los cánceres gástricos y ha sido asociado con el cáncer de nariz y garganta, el sarcoma de Kaposi y otros linfomas.

A partir del análisis tridimensional de la organización de la cromatina en líneas celulares de cáncer gástrico y en muestras de tejido sano y afectado por el cáncer, los investigadores han identificado regiones del genoma humano a las que se puede unir el ADN del virus Epstein Barr. Además, han encontrado que la infección induce cambios en las histonas que modifican la topología de la cromatina y dejan accesibles regiones intensificadoras de la expresión que activan genes cercanos con capacidad oncogénica.

Armado con ADN de doble cadena el virus Epstein Barr no se suele integrar en el genoma de las células que invade, sino que se replica como una molécula independiente. Los resultados del trabajo muestran una forma mediante la que este virus (y potencialmente otros genomas virales no integrativos)  puede influir en la expresión génica y con ello inducir el desarrollo tumoral. El mecanismo, denominado “infestación de intensificadores”, está basado en facilitar el acceso de la maquinaria de expresión génica a regiones del genoma que regulan la actividad de los genes. Estas regiones normalmente están silenciadas y permanecen latentes en las células huésped. No obstante, una vez se produce la infección, el virus reprograma el genoma y quedan expuestas pudiendo activar genes cercanos con capacidad para inducir el cáncer.

Atsushi Kaneda, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad Chiba, en Japón, y uno de los directores del trabajo señala que “mientras que del 8 al 10% del cáncer de estómago está asociado al virus Epstein Barr, creemos que nuestro modelo de infestación de regiones intensificadoras proporciona un nuevo mecanismo de cáncer que relaciona alteraciones epigenómicas con la infección viral que puede ser relevante para un rango más amplio de cánceres y enfermedades asociadas”.

Una observación muy interesante del estudio es que las alteraciones en la topología de la cromatina de las células infectadas son estables y permanecen tras la eliminación del genoma viral, por lo que el impacto del virus se extiende más allá de la infección.

Los resultados del trabajo podrían tener implicaciones en el desarrollo de tratamientos. Patrick Tan, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Singapur y codirector del trabajo destaca que el estudio “resalta potenciales nuevas dianas de fármacos para los tumores positivos para el virus Epstein Barr, reveladas partir de la epigenética, que habían sido invisibles con los estudios de secuenciación convencionales”. En la actualidad ya existen diversos reguladores epigenéticos aprobados para el tratamiento de ciertos tumores. La identificación del virus de Epstein-Barr como modificador epigenético podría abrir nuevas estrategias de investigación para los tumores en los que interviene como agente inductor.


Amparo Tolosa, Genotipia

Imagen: https://bit.ly/35zIhsF

Fuente: https://genotipia.com/genetica_medica_news/virus-epstein-barr-cancer/